La ciudad de Beijing fue elegida por votación como la sede de los XXIV Juegos de Invierno de 2022, superando a la otra candidata, Almaty de Kazajistán. La elección se realizó en la , tras una votación de los miembros del Comité Olímpico Internacional (COI) en su 128 Sesión, celebrada en Kuala Lumpur (Malasia).
El presidente del COI, Thomas Bach, anunció la candidatura ganadora tras una votación en la que participaron 85 de los 101 miembros del comité (entre los que no votaron estaba él, los tres representantes chinos y el presidente saliente de la FIFA, Joseph Blatter).
Pekín ha tenido éxito con una arriesgada propuesta, que celebrará las pruebas sobre hielo en Pekín (muchas de ellas en los mismos estadios que acogieron los JJOO de 2008), las de esquí nórdico en Zhangjiakou, a 250 kilómetros, y las de esquí alpino en Yanqing, a mitad de camino y al pie de la Gran Muralla.
Frente a la lejanía de las instalaciones, Pekín ha argumentado que estarán unidas por trenes de alta velocidad, por lo que la distancia entre unas y otras se recorrerá en menos de media hora.
La posible falta de nieve, algo habitual en el árido norte de China, se compensará con el uso de cañones artificiales, mientras que Pekín invertirá en los próximos años unos 160.000 millones de dólares para reducir su contaminación atmosférica.
Almaty, aspiraba a ser la primera ciudad de Asia Central en acoger unas Olimpiadas, y basaba su candidatura principalmente en una mayor cercanía de las instalaciones deportivas y mucha más cantidad de nieve natural que las montañas del norte chino.