Rio 2016 serán los últimos juegos Olímpicos del «rayo», el más veloz del mundo; Usain Bolt, quien viene preparando desde hace cuatro años las 22 zancadas con las que recorrerá sus últimos 100 metros olímpicos.  El Jamaiquino tiene 29 años y conciencia de que el mundo lo está mirando. «Corro para ser el más grande», comentó. «El atletismo necesita que yo gane», agregó en declaraciones a la prensa internacional. Desde su llegada a Río de Janeiro casi no ha mostrado su sonrisa en público.

Las 1000 nuggets que comió en Beijing 2008 quedaron en la historia. Usain, como todo el equipo jamaiquino de atletismo, tiene todo el menú controlado por un equipo de nutricionistas. Incluso al hombre más rápido del mundo le trajeron comida desde Jamaica. De dosificar las piscas justas de sal y pimienta se encarga el chef Karl Thomas.

Bolt se hospedó los primeros días en un hotel cuatro estrellas de la zona norte de Río de Janeiro, después pasó a la Villa Olímpica. Sus entrenadores lo mantienen alejado, blindado del ruido.

En la Villa Olímpica ya hay preparado un cuarto para que descanse en el 1,95 metro de fibra de Usain. No tendrá compañía. Ah, un dato: en un principio no irá a almorzar ni a cenar al comedor para evitar las selfies y fotos de los otros miles de atletas que quieren guardarse la sonrisa más veloz del mundo.

Los entrenamientos de Usain Bolt se están desarrollando por fuera del circuito olímpico, en un predio llamado CEFAN, cerca del aeropuerto. Después de haber generado un gran susto por el problema que sufrió en el muslo izquierdo, Usain viene de reaparecer con un triunfo en los 200 metros de la Diamond League de Londres. Sus pruebas en Río han sido blindadas a todo público. Sólo se filtraron unas fotos que él mismo subió a las redes sociales.

Usain busca hacer su tercer triplete en Río 2016. El 14 de agosto serán las finales de los 100 metros. El 18, los 200 metros. Y el 19, la posta de 4X100.