La Unión Ciclista Internacional (UCI) informó que doce ciclistas dieron positivo con CERA y EPO -control analítico adverso (AAF en inglés)- en varios controles antidopaje realizados el pasado 22 de diciembre de 2017 durante la 5ª etapa (Contra Reloj Individual) de la Vuelta Internacional a Costa Rica, prueba de la categoría UCI 2.2.
Los ya suspendidos corredores son -todos costarricenses- los hermanos Juan Carlos Rojas y César Andrés Rojas-1º y 3º de la general final-, Jewinson Leandro Varela (9º), José Alexis Rodríguez, Gabriel Eduardo Marín (55º), Vladimir Fernández (5º), Jason Huertas (39º y 19 años) -corredor cedido por el Lizarte– y José Irias (32º) -todos del equipo Extralum Frijoles Tiernitico–, Kevin Murillo (17º), Melvin Mora (19º), y Jordy Sandoval (42º) -con CERA- y Jeancarlo Padilla (36º) con EPO, los cuatro del conjunto Múltiples Morella.
Los controles fueron realizados por la Fundación Ciclista Antidopaje (CADF), el cuerpo independiente que trabaja para la UCI, con la ayuda de la Federación Costarricense de Ciclismo, su Comisión Nacional Antidopaje de Costa Rica y el Instituto Costarricense del Deporte y la Recreación.
Ahora los implicados tienen la opción de pedir el contraanálisis y quedan a la espera de cerrar su expediente para conocer su sanción o absolución. Si no demuestran su inocencia se arriesgan a penas de 4 años (2 si no solicitan el control B) según el nuevo código de la AMA.
Los doce positivos de la Vuelta a Costa Rica supera a los ocho positivos de la pasada Vuelta a Colombia -también con las mismas sustancias- lo que pone en el ojo del huracán a situación fraudulenta del ciclismo centro y sudamericano en ciertos ciclistas elite y sub 23 y de equipos continentales, destapada por la acción del CADF.
Carta abierta de Andrey Amador
“Hola a todos !!!
Hoy es uno de los días más tristes para nuestro ciclismo. Me duele ver que la Vuelta a Costa Rica, la que tendría que ser nuestra fiesta para celebrar este deporte, se vea manchada de esta manera por el dopaje.
Hago esta carta porque de pequeño aprendí que no solo en el ciclismo, sino en la vida en general, todo lo que uno gana lo debe hacer de forma justa y sin hacer trampas. Así que, como representante del ciclismo nacional en el mundo, denuncio estos hechos ya que estoy totalmente en contra de estas prácticas.
Así que me gustaría acabar la carta con dos mensajes: uno para los ticos, y otro para todo el mundo. Para los míos, me gustaría decirles que no tengo ninguna duda de que de este golpe nos vamos a levantar y de que hay que confiar en los que hacen el trabajo bien hecho. Y para todos los seguidores del ciclismo en el mundo, me gustaría decirles que nuestro país no es un país de tramposos. Es un país de gente humilde y trabajadora y que todo lo que ganamos, lo hacemos de forma ética y con trabajo.