Aprovechando la realización del Gran Premio de Gran Bretaña en Silverstone, se reúne el Grupo de Estrategia de la F 1, para analizar la forma de acelerar cambios en la Fórmula 1 para 2016.
La reunión tiene como objetivo sentar las bases de lo que será la Fórmula 1 a partir de 2017 y cuyo foco está puesto en hacer monoplazas más rápidos y más difíciles de conducir. Sin embargo, la ‘crisis’ en la que se encuentra el Gran Circo, ha llevado a que se valore adelantar algunas propuestas.
Tanto el dueño de la FOM (Formula One Management), Bernie Ecclestone, como el presidente de la FIA, Jean Todt, ven necesario tocar algunos puntos que no impliquen poner el acento sobre los monoplazas. Es decir, mejorar o cambiar normas que tengan que ver con la competición sin modificar los autos. Ellos creen que parte del problema de la Fórmula 1 actualmente es que hay demasiada influencia desde el muro de boxes.
De esta forma, se plantea la posibilidad de prohibir ayudas a la conducción, como por ejemplo en las salidas o también los mensajes por radio. Tampoco se descarta poner limitaciones a la información de la telemetría.
Incluso se plantea la posibilidad de que los equipos tengan una opción más amplia de compuestos de neumáticos. Que puedan elegir si llevar el compuesto duro, el blando o el superblando en función de sus intereses.
De otro lado, Ecclestone y Todt, cuentan con un apoyo muy importante en todo este proceso. La empresa CVC, que tiene la mayoría de las acciones de la Fórmula 1. Su preidente, Donald Mackenzie, también es de los que piensa que la competición necesita un lavado de cara para ganar de nuevo en emoción. «Hay alguna urgencia para que veamos las mejoras que se han hecho para hacer más emocionante la Fórmula 1», aseguró.