A propósito del 2-1 de la Juventus contra el Real Madrid, o del mismo marcador entre Estudiantes de La Plata y el Independiente Santa Fe, guardando las diferencias abismales entre unos y otros, aparecen en el panorama dos equipos que sueñan con la remontada, merengues y cardenales, y otros dos; la Juventus y Estudiantes que se apegaran al marcador conseguido en casa. Unos jugando por la gloria europea, los otros por el honor suramericano.

Es en estos casos en donde para algunos los perdedores del primer partido se convierten en héroes, porque por determinación o amor propio tendrán que salir al segundo encuentro, esta vez de locales a buscar el milagro, la suerte que les permita ganar y sobrepasar a su rival, es cuando tanto seguidores, como jugadores se apegaran al espíritu de la remontada, hablese del Real Madrid y Santa Fé.

Durante los años 70 y 80 en el vestidor del Real Madrid se construyó la historia del mítico Juanito, “El 7 maravilla”, recordado por sus excesos dentro y fuera de la cancha, un jugador con una personalidad fuerte, recia, a veces desfasada, lo que le costó varias suspensiones de competiciones europeas, pero también fue esta personalidad la que le valió ser recordado para la eternidad en el corazón de los madridistas, ya que, fue el quien impulso el espíritu de la remontada.

Por aquellas épocas, el todo poderoso Real Madrid acostumbraba a tener partidos funestos de visitante en donde perdía por amplios marcadores,  siempre era Juanito “él 7 maravilla” quien daba la cara y con una sonrisa, un tanto de picardía y definitivamente mucha convicción advertía a sus rivales diciendo: “90 minutos en el Bernabeu son muy largos”, la hinchada entendía el mensaje y para el partido de vuelta los rivales eran recibidos como si estuvieran en el mismísimo infierno.

Desde entonces el espíritu de las remontadas ha sido adoptado en cada rincón del mundo futbolero, el Real Madrid se apegara al espíritu de Juanito, para lograr la remontada y de paso acabar con la racha de derrotas que tiene frente a la Juventus, mientras que por el lado del modesto Santa Fe se apegan a la fe y al espíritu de la remontada, en ambos casos buscando el milagro de la victoria frente a su público.