La Federación Internacional de Básquetbol, FIBA, está cada vez más cerca de excluir de su reglamento la normativa que prohíbe el uso de indumentaria alusiva a las religiones, por lo que en poco tiempo es posible que en sus competencias oficiales (tanto femenino y masculino) se permita el uso de hijabs, entre otros atuendos.
La propuesta, promovida desde varios frentes -especialmente desde el Consejo de Relaciones Islámico-Americanas (CAIR) – la mayor organización musulmana de derechos civiles-, aplaudió que el tema esté siendo evaluado por el máximo organismo rector del básquetbol en el mundo.
La FIBA aseguró que en su próxima reunión, prevista para mayo, analizarán estos cambios que serán llevados a votación. De ser aprobado, jugadores musulmanes -por ejemplo- podrían usar hijab o cualquier otro atavío que identifique su culto y sea de uso obligatorio según sus códigos religiosos.
«Soy musulmán y creo que cualquier persona debería tener el derecho de hacer lo correcto: sea cual sea tu religión musulmán, cristiano, católico, judío, no importa, deberías ser capaz de sostener tu religión y usar cualquier cosa que sea parte de ella» afirmó Kenneth Faried, ala pivote de los Denver Nuggets.
Esta prohibición data desde hace más de 20 años y no es entendida como oposición a ninguna religión. La FIBA se ha excusando asegurando a que se debe exclusivamente a una norma de seguridad para evitar que el atuendo se deslice o enrede en algún jugador (en el caso del hijab).
De aprobarse estos cambios en la FIBA, el básquetbol sería otro deporte de relevante importancia mundial que reajusta sus normas de vestimenta, como la FIFA, que en 2012 aprobó el uso de pañuelos para las mujeres musulmanas y, un año después, hizo lo propio con los hombres, alegando que siendo del mismo color de la camiseta con «apariencia profesional» no «planteaban ningún peligro» para el juego y sus participantes.