A menos de cinco años para el inicio de los Juegos Olímpicos de Verano Tokio 2020, el gobierno japonés aprobó el nuevo diseño, que a vez tiene ahorro  financiero para la organización, del estadio Olímpico Tokio 2020. La idea del diseño es del arquitecto Kengo Kuma, que vincula al gigante de la construcción Taisei Corp., que ganó el proyecto para la construcción de este escenario.

Este nuevo diseño sustituye al  previsto inicialmente, debido a la diferencia económica entre uno y otro. La primera propuesta de estadio olímpico, una obra de la arquitecta Zaha Hadid, duplicó el presupuesto inicialmente previsto. Por esta razón, ese proyecto recibió una ola de críticas por su elevado costo y su diseño no adaptado al entorno urbano del recinto. Por eso el Comité Organizador de Tokio 2020 convocó a un nuevo concurso que dejó como ganador a Kengo Kuma.

El costo planificado del nuevo estadio es de 1.125 millones de euros, casi la mitad del diseñado por Hadid (una diferencia de 765 millones de euros), y su construcción se espera completar en noviembre de 2019, dos meses antes de la fecha límite impuesta por el Comité Olímpico Internacional. Esto impedirá que en este recinto sea la sede del Mundial de Rugby 2019, como se quería desde el gobierno y comité organizador.

Kuma, arquitecto del nuevo estadio olímpico, explicó que lo más difícil era encontrar el equilibrio entre el respeto al entorno y el presupuesto. “Tradicionalmente en Japón se construían grandes edificios de madera. Aunque sea a mucho mayor escala, quiero mostrar al mundo que podemos aplicar nuestra técnica tradicional para este tipo de construcciones”.

Kengo Kuma comentó que  también se tendrá  una fachada formada por terrazas escalonadas en las que se podrían ver plantas y árboles, al igual que alrededor del coliseo.  El nuevo estadio tendrá un aforo de unos 68.000 asientos fijos y se espera que esté terminado para el 30 de noviembre de 2019.

El nuevo estadio remplazará al estadio olímpico levantado para los Juegos Olímpicos de 1964. Algunos ya conocen a esta nueva obra como “la hamburguesa gigante” por el parecido que tiene. El primer ministro nipón, Shinzo Abe, calificó el proyecto ganador como una “propuesta maravillosa” y  espera que este “deje un legado orgulloso para las próximas generaciones”.