El primer caso oficial de doping en los Juegos Olímpicos de Pyeongchang quedó confirmado al anunciarse que el japonés Kei Saito, patinador sobre pista corta, dio positivo de acetalozamida, un diurético que puede usarse para bajarse peso, como para ocultar el consumo de sustancias que mejoran el rendimiento.
La máxima corte del deporte se encarga de dar seguimiento a los casos de doping, y el Comité Olímpico Internacional es responsable por realizar los análisis a los deportistas.
«Nunca consideré doparme. Jamás he consumido esteroides anabólicos, así que nunca he necesitado ocultar algo», manifestó en el comunicado. Aclaró que había aceptado la suspensión provisional para «no ser una distracción» para sus compañeros que compiten en los Juegos.