Hace 70 años fue fundada la Confederación Suramericana de Voleibol. Buenos Aires, Argentina y Rio de Janeiro, Brasil, son las dos ciudades que dirimen ser la cuna del voleibol suramericano. La primera dice en su historia que la fundó un 12 de febrero, y la segunda el 3 de julio, y es esta fecha la que figura como el día de su creación.
Actualmente, la Confederación es presidida por el dirigente colombiano, Rafael Lloreda, quien se enorgullece de dirigirla. “Me siento orgulloso de ser el presidente de la Confederación Suramericana de Voleibol, que ha logrado importantes avances en la divulgación de este deporte en los países del área suramericana y ha adquirido respeto en los organismos internacionales”.
“Hemos trabajado con empeño para seguir la senda de quienes nos han antecedido en el liderazgo de la entidad y han coadyuvado en el desarrollo que hoy tiene el voleibol suramericano ante el mundo”, agregó el dirigente, quien también es tesorero del Comité Olímpico Colombiano.
“La primera versión –dicen los archivos de la Confederación- se origina como consecuencia de la reunión que se celebró en el Club Gimnasia y Esgrima de la capital Argentina, a la que asisten el Dr. Celio Negreiros de Barros, en representación de la Confederación Brasileña de Deportes y de la Federación Uruguaya de Voleibol; el Sr. Enrique Romero Brest, Presidente de la Federación Argentina de Voleibol, y el Dr. Juan Carlos Palacios, Presidente de la Confederación Argentina de Deportes y Comité Olímpico Argentino, para concertar la creación del organismo director del voleibol Sudamericano.
“En dicha ocasión se levanta un acta que recoge informaciones importantes de los asistentes y promueve una siguiente reunión”.
El segundo acontecimiento al que hacemos referencia se sustenta en la reunión que celebran los representantes de las federaciones sudamericanas, los mismos que congregados en lo que sería su primer Congreso, eligen en Río de Janeiro al Dr. Celio Negreiros de Barros, como el primer presidente de la Confederación Sudamericana de Voleibol”.
Pronto, las federaciones nacionales de voleibol de Brasil y Uruguay hacen presencia en las gestiones para crear la Federación Internacional de Voleibol, que nace en París, en asamblea que elige al francés Paul Libaud, como primer presidente.
Las competencias, según cuenta la misma Confederación, comienzan en 1951, con el surgimiento de los Campeonatos Sudamericanos de Mayores, que pronto verían las supremacías de Brasil y Venezuela, en varones, y Brasil y Argentina, en damas.
Años más tarde aparecerían otros seleccionados que cobrarían una significativa importancia, como el sexteto femenino de Perú, desde 1964, y el masculino de Argentina, desde 1970. A partir de 1972, en Río de Janeiro se comienza la disputa de los Campeonatos Juveniles, y en 1978, la Confederación Sudamericana de Voleibol será el organismo continental que por primera vez realizó los Campeonatos de Menores, iniciando con los torneos de Buenos Aires la preparación desde temprana edad de la juventud continental, decisión que con el correr del tiempo, ha hecho que este deporte sea una disciplina exitosa no sólo al interior de Suramérica, sino, sobre todo, fuera de nuestras fronteras, en donde hemos conquistado logros importantes en los eventos panamericanos, mundiales y olímpicos. En este contexto, la actividad del voleibol playa merece ser destacada, por los aportes que la Sudamericana ha ofrecido al mundo deportivo, al presentar esta disciplina, nacida en las playas de Copacabana, como uno de los deportes al aire libre, que en el día de hoy goza de mayor popularidad y atractivo.
Sudamérica se Consolida
Los últimos años han servido para mostrar a Sudamérica como una de las confederaciones de vanguardia de nuestro deporte, uniendo a la vez los logros deportivos con las acciones dirigenciales, las cuales han sido cuidadosamente conducidas a través de un Plan Continental que contiene los fundamentos esenciales para afrontar el desafío que representa el deporte al Siglo XXI. Actualmente, su sede se ubica en la ciudad de Río de Janeiro, Brasil, en donde se elaboran las estrategias que combinan la actividad propia del deporte con los requisitos económicos, todo ello dentro de un manejo empresarial, que propicia la consolidación del voleibol, como el segundo deporte en la aceptación de la afición continental.